Para mantener tu buzón en buenas condiciones, debes:
- pulir las partes pintadas una o dos veces por año;
- limpiar las partes sintéticas con un paño de microfibra y un producto de limpieza normal;
- limpiar las partes de cobre o latón usando un paño seco con un poco de abrillantador de cobre (evita las partes sintéticas);
- pon una gota de aceite en la cerradura si es necesario.
No uses cloro ni productos de limpieza clorinados, agresivos o abrasivos.